“Solo escucha tu voz dentro de ti. Esta es la mente a la cual confiar. Esta es la conciencia de Dios hablando, no el ego que está buscando reconocimiento.”
Angela Walker
INTRAMUROS: TELEPATÍA
Fenómeno parapsicológico consistente en la transmisión de pensamientos o sensaciones entre personas generalmente distantes entre sí, sin la intervención de los sentidos:
me has quitado esas mismas palabras de la boca, parece que tenemos telepatía.
parapsicología o parasicología
- f. Estudio de los fenómenos y comportamientos psicológicos cuya naturaleza y efectos no tienen una explicación científica, como la telepatía, la levitación, etc.
paranormal
- adj. [Fenómeno] que, por no tener explicación racional o científica, estudia la parapsicología.
TELEPATÍA
La telepatía es la transmisión de contenidos psíquicos entre personas sin que intervengan agentes físicos conocidos. El concepto también se utiliza para nombrar a la coincidencia de pensamientos o sensaciones sin el concurso de los sentidos, lo que hace pensar que existe algún tipo de comunicación de características desconocidas.
Puede decirse, por lo tanto, que la telepatía es la transferencia de contenidos mentales entre individuos sin el uso de alguno de los cinco sentidos. Se trata, por lo tanto, de una forma de percepción extrasensorial.
Es importante tener en cuenta que la existencia de la telepatía no está probada de manera científica, pese a que se han realizado todo tipo de experimentos a lo largo de la historia. El principal argumento sobre la imposibilidad de la comunicación telepática es que el cerebro humano no puede producir suficiente energía para transmitir información por sí mismo.
Los científicos, de todas formas, dejan la puerta abierta para que la telepatía sea una realidad en el futuro, cuando pueda desarrollarse tecnología que permita interpretar las ondas cerebrales y transformarlas en un mensaje que el receptor pueda captar de manera inalámbrica a través de un dispositivo (lo que supone, de todas formas, que no existiría la comunicación directa de cerebro a cerebro).
Esta falta de evidencia científica sobre el fenómeno, sin embargo, no impide que la telepatía sea un tema frecuente en libros, películas y todo tipo de obras de ficción. Incluso muchas personas, a lo largo de la historia, se han atribuido la capacidad de comunicarse de manera telepática, pese a que no pudieran probarlo de manera fehaciente.
Como ocurre con cualquier capacidad extrasensorial, con la telepatía existen dos extremos bien definidos: quienes la aprovechan para ganar dinero, a través de espectáculos y servicios; aquéllos que la experimentan de forma natural y la aceptan como una parte más de la vida. Si bien hay personas que consideran absurda la existencia de una habilidad de estas características, esto no impide que haya otras que aseguren ser capaces de comunicarse con su entorno a través de la mente, y por eso no puede descartarse la veracidad de este fenómeno basándose simplemente en que la ciencia no haya podido llegar a una conclusión sólida.
No es raro oír que dos amigos o hermanos aseguren anticipar las cosas que el otro va a decir o hacer, o bien que suelen darse cuenta de haber estado pensando en los mismos temas sin haber dado ningún indicio a la otra parte. Esto da lugar a una discusión en la que los detractores de la telepatía intentan justificar dichas coincidencias con el profundo conocimiento del otro; además, este tipo de conexión no suele ser voluntaria, sino espontánea, lo cual dificulta considerablemente las pruebas.
Es fácil derrumbar la teoría de que dos personas sean capaces de comunicarse sin hacer uso de los sentidos, así como en su momento se pudo ridiculizar a quien asegurase que la Tierra era esférica; pero, aun si nos ponemos del lado de aquéllos que descartan esta posibilidad, el mero hecho de llegar a conocer tanto a otro ser vivo como para anticipar sus ideas, sus pensamientos y sus palabras es verdaderamente fascinante.
Algunos estudiosos afirman que del contacto cercano con otra persona surge una representación de su personalidad que vamos alimentando en nuestro cerebro, como si se tratara de una entidad que reúne todas las características que conocemos del otro a través de la relación, y que existe en nuestro interior, como si de un avatar se tratara. De esta forma se explica que alguien pueda imitar a sus seres queridos, o adelantarse a sus actos. Este fenómeno no se diferencia mucho de la construcción de personajes que llevan a cabo los actores.
Lao Tzu